“Enmascarados”
Carta de un corresponsal intervencionista
Decía nuestro compatriota Lucio Anneo Seneca: “Nadie puede llevar la máscara durante mucho tiempo”. Desgraciadamente, por lo agobiante, comparto la opinión del estoico cordobés, aunque, es obvio, que él hacía referencia a otro tipo de máscara.
Tenemos demasiados ejemplos en nuestro entorno de “enmascarados”, disfrazados de políticos, amigos y colegas que nos venden una imagen distinta de sus verdaderas pretensiones y objetivos. Embozados en sus máscaras, a menudo, tratan de engañarnos, y lo peor que en ocasiones lo consiguen, con halagos, lisonjas y otras zalamerías en discursos y falsos ofrecimientos. Lo peor es que un día u otro se destapan, o los destapan y se revelan tal y como son, con su verdadera cara (dura por supuesto).
Es importante saber descubrir a estos “tapados” de principio, pero como podemos pensar siempre es difícil. Se trata de maestros de la mentira, el engaño y además manejan con destreza la adulación. En nombre, de la amistad, la justicia, la democracia o la virtud que se pueda aplicar a cualquier circunstancia, defienden sus posiciones y propuestas tratando de seducirnos.
El enmascarado siempre se siente fuerte y superior, en posesión de la verdad, frente a los que actúan a “cara descubierta”. Por ello, siempre me gustó mas la figura del bandolero o bandido, que desde el primer momento dejaba clara su posición “te estoy robando”.
Este tipo de embozados, están en esta pandemia de enhorabuena, ya que por motivos sanitarios debemos vivir con la cara tapada y si antes era dificilísimo desenmascarar a los sinvergüenzas, mentirosos, trúhanes, y otros gánsteres ahora es imposible detrás una máscara, mascarilla o careta.
De acuerdo con el filósofo, también es difícil llevar por mucho tiempo la máscara física y deseo que en breve no sea necesario esta prenda que nos uniforma y dificulta nuestras relaciones humanas cotidianas. En tanto llega este momento, quizás pueden ayudarnos las palabras del propio Seneca “Non est ad astra mollis e terris via”( No es fácil el camino de la tierra a las estrellas).
MA de Gregorio